Sonidos urbanos vs. gritos animales

Vivir en Ciutat Vella/BCN permite disfrutar de cerca una gran gama de sonidos urbanos. Los mas entretenidos son los nocturnos y entre ellos los que menos agradables resultan son los del nunca suficientemente valorado sistema de recogida de basura. Justo entre nuestro edificio y el Mercat del Born tenemos 3 puntos para depositar los residuos separados uno de otro por unos 20 metros. Esto puede ser muy práctico para bajar los residuos que generamos pues no tenemos que andar mucho cargados con bolsas, botellas, plásticos o papel. El inconveniente es que entre las 11 y las 3 de la noche pasan un mínimo de 3 camiones diferentes y todos se paran a recoger y nos maravillan con un festival de sonidos urbanos que una primera noche no molesta pero que al cabo de unos años a uno ya no le hace mucha gracia.
En cambio en la zona de Playa Chiquita, donde nos tocará ir a vivir si finalmente la señora Badell nos contrata para gestionar sus propiedades, el único ruido nocturno es el producido por los monos congo. Los gritos de los congos se escuchan desde un par de kilómetros de distancia y si los tienes justo en los árboles cercanos a donde duermes es imposible no despertarte. Parece que les estén matando aunque sólo es un grito que sirve para que el simpático i dominante congo macho marque su territorio y reafirme su virilidad delante de féminas de su especie.
Y ya tienen razón los científicos cuando afirman que los humanos vienen del mono (menos Bush que fue diseñado por Diós) pues yo como los congos acostumbro también a gritar por la noche cuando el tercer camión de basura pasa a recoger contenedor de cristal. No se si por lo de marcar mi territorio o por mostrar mi virilidad a mi novia, que a esas horas duerme plácidamente y no la despierta ni el basurero, ni los mon os congo ni yo gritando.