Accidentes naturales del Caribe

Ya hace más de una semana que pasean por aquí nuestros visitantes Albert (repetidor), Tina y Víctor. Sin querer acusarles de nada quiero anunciar que con ellos llegaron los accidentes naturales. El sábado 19 de julio, dos días después de que llegaran nuestros queridos amigos gafes, cayó una perezosa a la entrada del jardín desde un árbol de unos 12 metros… se estampó contra el suelo al lado de nuestro pick-up y quedó tal y como veis en la foto. Paola y Sonia se la encontraron en shock y por unos momentos pensamos que se había roto el espinazo y no se podía mover. Nos indicaron por teléfono cómo recoger al bicho para llevarlo a la clínica de animales salvajes de nuestros amigos Sandro y Encar. Sonia agarró por atrás a la perezosa estampada (para que no te pueda arañar con sus uñas de 10 cm.) y la metió en la furgona. Una vez arrancamos, el animal se espabiló e intentó salir. Así que vimos que no tenía nada roto y que solamente estaba tirada en el suelo conmocionada del golpazo que se acababa de dar. Se la ayudó a salir del cajón y la observamos subir hacia el árbol.

Casi al mismo tiempo que descubrimos a la perezosa estampada contra el suelo nos llamaban desde el otro lado del jardín para que viéramos el siguiente accidente natural del día: la piscina de fibra de vidrio VACÍA se había levantado con el agua acumulada bajo ella rompiendo parte de la terraza y de las tuberías de la bomba que instalaron el día anterior. Si la piscina no hubiera estado VACIA este accidente natural del Caribe se habría evitado. Así que en el apartado piscina esta última semana en lugar de avanzar se ha ido para atrás, con lo que (imagino) habrá aún más retraso en acabar la obra de este futuro hotel caribeño.