YA ESTAMOS EN EL CARIBE!

(despues de unos meses retomo el blog ya desde el Caribe sur de Costa Rica)

La decisión de emigrar al Caribe fue fácil pero menos fácil ha sido todo el lío de cerrar el piso, acabar lo mejor posible las relaciones laborales y despedirse “temporalmente” de la vida social y familiar que tenemos en Barcelona y cercanías

Está claro que mejoraremos nuestra calidad de vida, quizás nos costará un tiempo adaptarnos y acostumbrarnos, pero a medio plazo estoy totalmente convencido de que en esta parte del mundo estaremos mucho mejor, disfrutaremos más de la naturaleza y viviremos con más calma y tranquilidad. Barcelona es una ciudad muy bonita pero tengo la sensación que se ha puesto demasiado exigente y ya hace tiempo que pienso que no me sale a cuenta vivir ahí.

Todo el mes de noviembre lo dedicamos a los preparativos para emigrar, empaquetando lo que nos queremos mandar a CR, tirando un montón de cosas que uno guarda y no sabe muy bien porqué, regalamos algunas cosas y vendimos otras. Como teníamos mucha ropa de invierno que ya no usaremos no se nos ocurrió nada más práctico que organizar una feria de venta de ropa de segunda mano, gran excusa para organizar una fiestecilla para invitar a “amigos y conocidos, pocos y escogidos” (expresión extraída de una canción de Miqui Puig). La fiestecilla la titulamos Garage Sale & Fashion Paella Festival y acabó siendo un gran fiestón de 12 horas, desde la una del mediodía hasta la una de la noche. Hubo de todo: venta de ropa, libros y cd’s a precios más que populares, bastante comida y más bebida. Lo planteamos como si fuera un festival, incluso con programación de dj’s, con su Carpa Dance, su zona de mercadillo y su zona de bebida y comida (nos pulimos rápidamente las paellas para 30 personas y del jamón sólo quedó el hueso!). Parece que triunfamos y todo el mundo se lo pasó muy bien, se bailó bastante, pasaron todos los vecinos a saludarnos y ninguno de ellos se quejó.

Han sido unos últimos días en Barcelona bastante intensos y emotivos, cada actividad que hacíamos sabíamos que era la última antes de empezar nueva vida caribeña, visitamos lugares y amigos que eran despedidas implícitas donde intentábamos no mencionar la palabra despedida. Agradecemos mucho las muestras de apoyo que hemos recibido por parte de todos los que nos quieren y con quien tenemos buena relación. Aguantamos bién, y finalmente sí que nos cayeron las lágrimas cuando la última noche nos dijimos adiós con Pietro, Sefora, Javier, Marc y Meri. Está bién, sentimientos a flor de piel...pero mucho mejor lo pasaremos cuando todos ellos vengan a visitarnos en nuestro nuevo hábitat y vean que sí, que hay posibilidades de iniciar una segunda vida y que incluso puede ser tan intensa o más que la hemos tenido en Barcelona. Os gustará a todos, ir planificando cuando quereis venir y sobretodo no vengais todos juntos que nos asustareis a los monos!